Algunas veces es difícil definir el resultado de fusionar varias áreas de experiencia en un único tratamiento. Eso es lo que denomino Armonización Cuántica. Una combinación equilibrada de técnicas de Rometría, meditación guiada, relajación, yoga, biospark, feng shui… y otras.
Cada una de estás técnicas por si misma está diseñada para guiarnos de algún modo hacia nosotros mismos ayudándonos para ello a liberarnos de nuestras cargas ancestrales, creencias, dogmas, formas pensamiento, memorias, traumas… e introduciéndonos en un proceso de reconocimiento personal. Nos ayudan a volver la mirada hacia adentro y hacernos poco a poco conscientes de quienes somos en realidad.
Practicando estás y otras técnicas para comprender… finalmente me he dado cuenta de que el auténtico camino hacia uno mismo y hacia la plenitud empieza por sentir. Sentir nos lleva al corazón… y éste hacia el Amor incondicional de forma irreversible. Y Amor es algo más que sensaciones en el estómago, algo más que ternura, algo más que escalofríos al pensar en algo o alguien: es respeto incondicional por la experiencia del otro, sin juicios. No como actitud mental sino como un auténtico sentimiento.
Por lo tanto, la Armonización Cuántica tiene un componente primordial que es el respeto incondicional por la experiencia del otro. Y es desde ahí que se inicia del tratamiento. Todo lo demás deviene, primero, como resultado de esta cualidad y luego de la experiencia y del conocimiento. En el proceso utilizo cuencos, canto de armónicos, reiki magnificado, cristales minerales, esencias… como la forma personal de expresar todo esto.
La Armonización Cuántica es recomendable en cualquier situación: desde una limpieza energética y armonización del biocampo hasta procesos intensos con componente emocional fuerte, incluyendo situaciones con molestias físicas y dolores, tensiones, enfermedades de larga duración y crónicas favoreciendo la recuperación o ayudando a estabilizar la situación…